Hacer que los padres sean los héroes en el camino de la miopía del niño: parte 1 por Craig McArthur, graduado en Óptica y Optometría (BScOptom), y miembro del Colegio de Optometristas (MCOptpm)
El día del que me esperaba librar finalmente llegó. Una conversación que tengo con frecuencia con muchas familias diciéndoles que su hijo está desarrollando miopía, una conversación que había tenido cientos de veces, una conversación en la que, por lo general, puedo ser objetivo; una conversación nublada en este caso por el hecho de que el niño en cuestión es el hijo de un buen amigo mío. Llamemos al niño Adam.
Ahora bien, ya se me había pasado por la cabeza la posibilidad de que esta conversaciñón tuviera que suceder ya que mi amigo, el padre de Adam, es bastante miope. Sus datos son: D: -12,75 / +1,50 X 91 I: -11,25 / -1,00 X 89. El hecho de que la madre de Adam sea emetrópica me ha dado la esperanza de poder evitarlo hoy. Había aconsejado de forma responsable a la familia que trajeran a Adam a revisiones periódicas desde los 2 años. La refracción ciclopléjica de Adam antes de la COVID en octubre de 2019 parecía prometedora: D: +0,25 / +0,50 X 90 I: +0,50 / +0,25 X 90. Parece correcto para un niño de 8 años, ¿verdad? Teníamos pendiente una revisión cada seis meses, y la siguiente era para marzo de 2020.
Cuando apareció la COVID-19, se cerraron las clínicas y se produjo el confinamiento nacional. Adam empezó a estudiar desde casa y pasar sus jornadas escolares delante de una tablet, pasando su tiempo libre con videojuegos como cualquier otro niño en el mundo. Despertaron entonces esos genes miópicos que estaban dormidos. Cuando lo gradué a finales de diciembre de 2020, sus datos eran: D: -0,75 / +0,50 X 90 I: -0,50 / +0,25 X 90. Un cambio de -1.00 en poco más de 12 meses. Oficialmente hemos pasado la pista de aterrizaje, es hora de actuar.
Doy la noticia. Supuestamente asintomático, Adam lo niega. Su padre está hundido, se siente responsable. Aquellas asociaciones negativas de haber crecido en la década de 1980 con unas gafas horribles en el colegio inundaban su mente. De inmediato me puse manos a la obra para que el padre de Adam fuera el héroe de la historia, el Luke Skywalker. Adopté mi papel de viejo guía, el Obi Wan Kenobi, y tracé una estrategia para frenar la progresión. El corazón del plan es llevar MiSight® 1 day a tiempo completo, perfecto para un niño de 8 años con poca miopía. Organizamos una adaptación de lentes de contacto.
Ahora el padre de Adam está armado con un nuevo punto de vista de la miopía y un nuevo término: tratamiento de la miopía, ahora se marcha sintiendo el poder al saber que, con su ayuda, Adam quizá pueda evitar seguir las huellas de la miopía magna.
La próxima vez, la adaptación de las lentes de contacto...
Información del autor
Craig es un optometrista en activo, director y copropietario de Peter Ivins Eye Cere (www.peterivins.co.uk [peterivins.co.uk), y su consulta ganó un premio en Bearsden, Glasgow, Escocia. Craig puso en marcha la primera clínica de tratamiento de la miopía de Escocia en 2013. Es asesor clínico y consultor de varias empresas y da numerosas conferencias sobre la aplicación clínica de las estrategias de tratamiento de la miopía.
