Seguro que no te olvidas de las gafas de sol durante el verano pero, ¿sabías que también debes utilizarlas durante el invierno? Si piensas que el sol es más débil en invierno, te equivocas. Algunas de las condiciones climatológicas invernales pueden incluso empeorar los efectos de los rayos UV. El sol reflejado por el hielo o la nieve fresca puede ser perjudicial para tus ojos. La exposición prolongada a los rayos UV puede contribuir a daños oculares a largo plazo como ceguera de la nieve, degeneración macular e incluso catarata. La piel de alrededor de los ojos es especialmente sensible a ciertos cánceres de piel, por lo que es muy importante llevar protección ocular de invierno.
¿Sabías que a grandes altitudes, el aire más fino permite pasar más luz? Cuando estés esquiando en la montaña, asegúrate de llevar protección ocular de invierno. La radiación UV aumenta un 3 % cada 400 metros de altitud. Además, en los días nublados, la luz UV reflejada por la nieve y las nubes es de alrededor del 80 %. Protege siempre tus ojos con gafas de sol envolventes o alguna que te recomiende un profesional del cuidado de la salud visual.
Si llevas lentes de contacto, tienes más opciones porque no necesitas preocuparte por la graduación de las gafas protectoras. Otro beneficio añadido es que las lentes de contacto pueden incorporar filtros de bloqueo de la radiación UV que pueden ofrecer protección añadida porque pueden filtrar los rayos UV que pasan a través de las gafas de sol y la visera.
Si deseas más información sobre la protección ocular de invierno, habla con tu profesional. Encontrarás más información general sobre la protección ocular de invierno, en un artículo muy útil de The Vision Council sobre las gafas de sol para deportes de invierno (artículo en inglés).
Nada de lo publicado en este blog constituye un consejo médico ni pretende sustituir las recomendaciones de un profesional de la visión. Para cuestiones específicas, consulta a tu profesional de la visión.